La cocina nueva

Bueno, lo prometido es deuda, aún no está acabada del todo.... pero los muebles, están ya colocados, falta colocar el zócalo y la cornisa de los muebles, el listón de la pared y el horno.

Después también queremos poner en la pared unos paneles.... pero como aún no encontramos ninguno que nos chiste... pues por ahora queda así.

Esta es la cocina como la teníamos antes, en el hueco que se ve debajo de la ventana estaba la cocina de gas (las de toda la vida, esas blancas con el horno incorporado), es que la sacamos antes de que me diera cuenta de sacar las fotos. Como veis no tenía nada, la cocina de carbón que no funcionaba me ocupaba casi todo el sitio, después un fregadero... y en la pared... dos alacenas... que era el único sitio donde podía meter platos..., fuentes y demás.

Por cierto, en el suelo había madera, debajo sintasol y debajo plaqueta antigua.

Ahora vamos con la cocina nueva, busqué unos muebles que no me cansara el color, que tuviera espacio para meter trastos de cocina (jejeje), que fuera fácil de limpiar, cómoda, que aprovechara al máximo el espacio del que disponía  y por supuesto que no fuera muy cara.

Los muebles los escogimos en hueso con los tiradores en negro y la encimara en mineral. El fregadero es de acero inoxidable, la placa de gas ya hablé de ella.... es de cristal gas, y el horno en color hueso. 

En las esquineras les pusimos carruseles, para que fuera más fácil acceder a todo con facilidad.

La plaqueta la escogimos en negro con unos tonos en grisáceos.

Y todo este cambio radical pudo ser posible gracias a mi tío Pepe y a mi primo Ángel que trabajaron como animales.... 

Muchíiiisimas gracias.